Algunos venimos del mundo del trabajo en relación de dependencia, pero un día llegó la gran pregunta: ¿y si…? Así que nos animamos, dimos el salto y decidimos no quedarnos con la duda.
Cuando éramos chicos, algunos soñaban con ser bomberos, astronautas o policías.
Nosotros… jugábamos a vender. Y bueno, acá estamos: ¡viviendo el sueño emprendedor! 😄
Desde entonces, nos pusimos todos los sombreros: cliente, empleado, jefe y todo lo que hay en el medio.
Eso nos ayudó a ver qué había que cambiar y cómo podíamos mejorar.
Con una segunda generación que viene con toda la energía, nos seguimos adaptando y aprendiendo para estar a la altura de un mercado que no para de moverse.
Hace 25 años que hacemos lo que nos gusta, y eso no es poca cosa.